Hay una cosa en el mundo
que no se compra con nada,
es el amor de un padre
que nos dan todo, por nada.

Yo quiero pedir por ellos
que el futuro me los guarde,
que los cuide, proteja
y que amor no les falte.

Y si nos añoran algún día
yo te pido por favor
que tengan cerca, cerca siempre,
ese abrazo que les llene.

Porque no hay nada en el mundo
ni tiene comparación
a la sonrisa de un padre
que siente el amor de sus hijos.